(En el post anterior les contaba la segunda parte de mi travesía para poder llegar a Argentina con el fin de realizar un intercambio académico en la ciudad de Pergamino.)
Este post hace parte de una serie de posts personales acerca del intercambio que tuve en Argentina en 2014. 🙂 – Boris
Apenas llegué a Caracas, específicamente a Maiquetía me sentí mucho más calmado después de lo que había pasado en San Cristóbal, así que lo primero que hice fue llamar a mi mamá e informarle que estaba todo bien.
El aeropuerto Simón Bolívar se encuentra ubicado en Maiquetía y estaba a pocos minutos del hotel donde me iba a hospedar por una noche antes de viajar rumbo a Sao paulo y luego finalmente a Buenos Aires. Después de despedirme de mi amiga el hotel vino por mi en una vans muy cómoda y pude empezar a asimilar todo lo que había y estaba pasando.
Después de descansar y relajarme en el hotel tuve una noche muy tranquila donde pude por fin hablar con mi familiares y tener buen wifi. Las ventajas del hotel eran la cercanía con el aeropuerto y el servicio de transporte el cual es gratis, además tenía unaespectacular vista de la playa.
Al día siguiente me alisté desde muy temprano para irme al aeropuerto y llegar con el tiempo suficiente para ubicarme en el aeropuerto y hacer fila en la casilla de la aerolínea. Después de toda una tarde de espera, llegó el momento de hacer check in y se me empezó a revolcar el estómago de solo pensar en pasar por migraciones de nuevo.
Al llegar a migraciones había muchísimas personas,gracias a Dios me toco hacer fila con gente muy amable mientras esperaba mi turno. Luego de pasar por los detectores de metales llegué a la casilla de migraciones y la agente me empezó a preguntar con tono sospechoso:
-Buenas noches, ¿hacia donde se dirige?
Hacia Sao paulo y luego hacia Buenos Aires
-Permitame su pasaporte. (Silencio incómodo). ¿Si usted es Colombiano porqué está viajando por Venezuela?
Señorita, actualmente estoy becado por mi universidad para realizar un intercambio y los pasajes salían más baratos por Venezuela, esa es la verdad.
-Mmmmm ya. (Silencio incómodo/Sonidos de teclado/Grillos de fondo) Listo, que tenga un feliz viaje.
¿Enserio? (BORIS TE QUIERES QUEDAR HACIÉNDOLE CONVERSACIÓN A LA AGENTE DE MIGRACIONES O QUIERES IR A ARGENTINA; CÁLLESE LA BOCA) Ok gracias Feliz Noche
Es increíble el buen trato que tuve en este aeropuerto, estaba solo a pocas horas de abordar para cumplir mi sueño y no podía estar mas feliz. Luego de aprox. 6 horas de viaje había llegado a tierras brasileñas y solo faltaba realizar el transbordo con destino a Buenos Aires.
La verdad todo para mí era nuevo, era como si estuviese en otra zona desconocida, era la primera vez que salía del país y sentía que estaba rodeado de gente super dotada (ok, la verdad estaba muy emocionado), estuve feliz leyendo todos los letreros posibles en portugués y tratando de memorizar su significado. Así me pasé las horas que duré de escala en Sao Paulo.
Al ingresar al avión con destino a Buenos Aires me sentí feliz de saber que el momento que tanto esperé durante meses había llegado. Me senté feliz en mi lugar, escuchando por primera vez el acento argentino en vivo, y tratando de descifrar lo que decían, estaba tan pero tan emocionado, hasta que una señora muy enfurecida me miró y me dijo que estaba sentado en sus sillas. Yo con cara de NO PUEDE SER, me acerqué a la azafata y le comenté la situación y me dijo: déjela sentar y espéreme allá atrás del avión, si sobra un puesto es el suyo.
A estas alturas ya nada me impresionaba, así que esperé que el avión se llenara, al ver que no me decía nada le empecé señas a la azafata pero me ignoraba, luego escuché que cerraron las puertas del avión y me fui super rápido a donde la azafata y le digo con preocupación: Señorita ¿y mi asiento? a lo que ella respondió: mmm –ella miró a todos lados y dijo– creo que no.. mmmm (¿¿ME ESTAS JODIENDO KARMA DE LOS TIQUETES BARATOS??) ahh si, allá sobra uno. Muchas gracias señorita. (De fondo mientras me sentaba en mi nuevo lugar en el avión en mi cabeza sonaba la canción de We are the champions).
LO LOGRÉ.
Ya la suerte estaba echada, ya no había marcha atrás, ya había pasado por todo lo que tenía que pasar. Todo este esfuerzo, experiencias y aventura iba a valer la pena porque ARGENTINA sin saberlo se iba a convertir en parte de mi vida y mi corazón.
Muy buenooo!!! jajaja!! Genial la anécdota!! soy argentina y estuve leyendo la odisea que te costó llegar a mi país!! Al menos, espero que haya valido la pena!! Yo creo que a esa altura, ya deberías haber estado mirando hacia todos lados en busca de la cámara oculta =P jaja!
Saludos viajero!